Ventajas de una sala de despiece dinámica
La actual industria alimentaria incorpora de manera constante novedades técnicas con las que mejorar su producción, eficiencia y seguridad. Las salas de despiece dinámicas cuentan con un alto grado de automatización y mecanización de los procesos de despiece gracias a las últimas innovaciones. Las empresas de pequeño tamaño o que han comenzado a desempeñar su actividad de una manera reciente pueden beneficiarse desde el primer día de las ventajas de la automatización de procesos.
¿Qué es una sala de despiece dinámica?
Una sala de despiece dinámica es una instalación diseñada con el fin de optimizar los procesos de tratamiento de alimentos destinados al consumo humano y a mejorar su productividad. Para ello juega un papel crítico la automatización de procesos. En una sala o línea de despiece dinámica se sustituye el trabajo en mesas independientes por procesos en los que el producto se traslada de un punto a otro mediante transportadores mecánicos, cintas, bandejas o cajas. Esto permite desarrollar una automatización de los procesos que se convierte en diferencial, porque supone mejoras drásticas en cuanto a eficiencia, organización y volumen de producción.
Automatización de procesos como punto diferencial
En una sala o línea de despiece dinámica es posible automatizar los procesos, de manera que se logra reducir los costos en cuanto a tiempo y espacio, así como aprovechar de manera más eficiente los equipos de producción. Por otra parte, una sala de despiece dinámica puede facilitar la implementación de procesos de mejora continua, así como de la innovación, ya que proporciona un entorno flexible para los cambios en el proceso de fabricación. Esa flexibilidad de los distintos equipos de producción, así como la movilidad que permite a los operarios que trabajan en ella, destacan como otras de sus principales características.
El uso automatizado de dispositivos permite una mayor producción en menos tiempo y un control preciso sobre los productos, además de una considerable reducción de costos. También ayuda a mantener los niveles de calidad y seguridad necesarios, al evitar el contacto humano con los alimentos. Estos elementos facilitan la implementación de una amplia variedad de técnicas de almacenamiento y contribuyen significativamente a la productividad y eficiencia en la industria de alimentos.
Producción de otros alimentos procesados
Una de las grandes ventajas de una sala de despiece dinámica es su capacidad para mejorar el rendimiento de la producción de otros alimentos procesados, ya que facilita el aprovechamiento de los restos o la grasa que se obtienen de los cortes de la carne para producir salchichas, chorizos y otros alimentos procesados.
Esto permite a las empresas ahorrar en costos de producción, mejorar su margen de beneficio y, en algunos casos, vender los restos o procesar ellos mismos otros alimentos para aprovechar el producto. Además, una sala de despiece dinámica reduce el tiempo de manipulación manual, lo que se traduce en una mejora en la eficiencia de la producción.
Por último, una sala de despiece dinámica ofrece a las empresas la posibilidad de cumplir con los más recientes estándares de seguridad en materia alimentaria. Esto proporciona una mayor tranquilidad al consumidor al garantizar que los alimentos procesados se producen de una manera segura y acorde con la normativa.
Más seguridad e higiene
Las actuales salas de despiece dinámicas destacan por su contribución a la seguridad del trabajo, puesto que los equipos y herramientas usadas en la sala están muy regulados y controlados. Esto significa que los trabajadores están en menor riesgo de sufrir lesiones al realizar cualquier tarea. La limpieza y la higiene mejoradas también hacen que las áreas de trabajo sean mejores y más seguras para los operarios. La organización y el almacenamiento optimizados también permiten un acceso rápido a los productos. Por último, las salas de despiece dinámicas facilitan a las empresas reducir los costos de fabricación porque aumentan la eficiencia y se requiere menos tiempo para efectuar cada tarea, lo que reduce los gastos generales asociados con la fabricación. La traducción de todo ello es que puedan ofrecerse productos de la mayor calidad a precios más competitivos.